La búsqueda de la felicidad es una de las aspiraciones más universales del ser humano. Desde tiempos antiguos, filósofos y pensadores han reflexionado sobre qué significa ser verdaderamente feliz. Hoy los expertos coinciden en afirmar que la felicidad no es un estado permanente, sino un proceso continuo que tiene dentro de sus componentes al bienestar emocional.
Según Dana Benarroch y Katy Cuartas, ¨las profes de la felicidad¨, quienes se basan en el modelo del Dr. Tal Ben-Shahar, especialista en Psicología positiva de Harvard, además del bienestar emocional hay otros aspectos como el bienestar espiritual, físico, intelectual y relacional que hacen parte importante de esas dimensiones que fortalecen la plenitud del ser y logran su bienestar integral.
El bienestar emocional se refiere a cómo las personas gestionan las emociones, desarrollan relaciones saludables con ellas mismas y enfrentan los desafíos de la vida. Este concepto abarca la presencia de emociones positivas, la satisfacción con la vida y la autocompasión.
Sin embargo, a este bienestar emocional se suma lo espiritual que es la capacidad de tener atención plena y estar presente en el aquí y el ahora, para lograr el disfrute. Adicionalmente, está la conexión mente-cuerpo, que se refiere al bienestar físico, uno de los factores que más afecta a las personas.
Además, sería imposible concebir la felicidad solo como el bienestar emocional sin incluir por un lado, la dimensión intelectual que logra un entendimiento profundo de las cosas que hacemos, vemos y leemos. Y por otra parte, la dimensión relacional porque somos seres sociales.
Los estudios han demostrado que estos 5 componentes contribuyen significativamente a la felicidad. Las personas que mantienen una buena salud emocional por ejemplo suelen experimentar más momentos de alegría, gratitud y satisfacción. Estas emociones positivas no solo mejoran la calidad de vida, sino que también fomentan una mejor salud física, aumentando la longevidad y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
Adoptar estas prácticas en la vida diaria nos permite cultivar el bienestar integral y avanzar en el camino de la felicidad:
Una vida feliz y de bienestar integral es una vida con propósito y para ello es importante tener en cuenta, los puntos que mencionan en este episodio de Historias que Nutren, las invitadas Dana Benarroch y Katy Cuartas:
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